Calavera dedicada a Ricardo Rubio

A todos se les llega su hora
La muerte le dijo a aquel muchachón
Se trataba De Ricardo Rubio
Originario del pueblo de Rayón.

Ricardo estaba como de costumbre
Su hermoso caballo ensillando
Cuando escuchó a la muerte
Que a él le estaba hablando.

Con su sonrisa coquetona
Que distingue al caballero
Volteó y le dijo a la muerte
Todavía irme contigo no quiero.

La muerte le dijo a Ricardo
Entonces contigo me quedaré
Y todos los días por la mañana
Tu hermoso caballo ensillaré.

Desde entonces y hasta ahorita
La muerte vive muy feliz
Junto al Señorito Ricardo
Se siente una emperatriz.

No crean todo lo que les digo
Pero les podría yo jurar
Que Ricardo Rubio de la muerte
Algún día se va a enamorar.

Autor: Isabel Vazquez (Corazón de Cristal)

Calaverita dedicada a Patro

Afuera de la escuela Cuauhtémoc
Raspas Patro estaba vendiendo
En eso se apareció la muerte
Muy feliz y con Patro sonriendo.

Le dijo a Patro que si una raspa
Por favor le hacía favor de fiar
Porque su mamá no le había dado
Dinero para en la escuela gastar.

Patro es muy buena persona
Y a la muerte la raspa le dio
Y hasta una bolsa de palomitas
Con mucha salsa le preparó.

La muerte se fue muy feliz
Brincaba de pura alegría
Cuando menos acordó
Palomitas ya no tenía.

Cuando la muerte brincaba
Las palomitas se le cayeron
Y todos los hermosos pajaritos
Las palomitas se comieron.

La muerte regresó llorando
Patro todo lo había presenciado
No me lo van a creer ustedes
Pero Patro también había llorado.

Esto fue una bella calaverita
Que a Patro le dediqué un día
Porque afuera de mi escuela
Raspas y palomitas vendía.

Autor: Isabel Vazquez (Corazón de Cristal)

Calaverita dedicada a Aurelio

Quien dijera que Aurelio
Tiene temple temeraria
Es un hombre cabal
Trabaja en una funeraria.

Aunque es de Tampico
Se casó con alguien de Rayón
Aquella linda chiquilla
Le robó a él su corazón.

Le gusta mucho el fútbol
Y andar pateando la pelota
Pero en una jugada mal
Le quedó la pierna rota.

Ahora el pobre de Aurelio
Mírenlo como cojea
La muerte lo está mirando
Dicen que mucho lo desea.

Un día lo encontró vagando
Solo el pobre Aurelio andaba
La muerte que no respeta
Dondequiera lo acechaba.

Pero no se lo pudo cargar
Pues luego llegó su amada
Pobre de la muerte
La mandaron a la tostada.

Autor: Isabel Vazquez (Corazón de cristal)

Calavera dedicada a Aurelia gran cocinera

Había una señora muy distinguida
En un pueblito en la lejanía
La señora Aurelia Cordero
con todo mundo amistad hacía.

Hacía una comida riquísima
Que a todo mundo gustaba
A sus amigas del mercado
Siempre un platillo llevaba.

Un día en el mes de octubre
Luego que terminaban de comer
Doña Aurelia se fue a su casa
Y algo le empezó a doler.

Como estaba sola en su casa
No había quien la atendiera
Aurelia dijo muy asustada
En peligro y yo me muera.

No pasó mucho tiempo
En eso llegó la muerte
Le dio primeros auxilios
Le puso la mano en la frente.

Doña Aurelia no supo nada
Pues se había desmayado
Cuando ella se despertó
La muerte estaba a su lado.

Dicen que hasta un caldo de res
La muerte ya le había preparado
Le gustó tanto platicar con Aurelia
Que nunca más se separó de su lado.

Autor: Isabel Vázquez (Corazon de cristal)

Calavera a la secre Paula

Ya hice muchas calaveras,
Ya no se me ocurre nada.
Pero escribirle quisiera,
Una a la secre Paula.

Que se acerque por favor
Para poder inspirarme
Y escribirle la mejor
Calavera de esta tarde.

Espero no vaya a enojarse,
Por lo que voy a decirle,
Pero puedo asegurarle
Que no es mi intención herirle.

No se alarme secre Paula.
Sobre aviso, no hay engaño.
Yo solo quiero alertarla
Pa´que nadie le haga daño.

Si usted misma no se cuida,
Nada podemos hacer.
Esta noche la catrina
La va a venir a traer.

Por no querer escucharme,
La secre Paula murió.
Y entre todos esta tarde,
La llevamos al panteón.

Calavera para Juan Orozco

Dice mi amigo Rodrigo Rosales
Que Juan es un ejemplo a seguir
Que por eso la muerte lo respeta
Y deja a Juan Orozco más vivir.

Que Juan es autosuficiente
También muy trabajador
Juan no es un mantenido
Ni vive de lo que da el gobernador.

Juan no usa su discapacidad
Como excusa o como pretexto
Vende paletas, semillas, cacahuates
Todos los días hace un intento.

Hubo un tiempo que Juan
Se dedicaba a barrer la plaza
Llegaba muy de madrugada
Y se iba tarde para su casa.

Si quieres comprar semillas
A Juan se los debes comprar
Que Juan con una bella sonrisa
Siempre te va a saludar.

Si tu buscas la belleza
Búscala en un corazón
Así como en el de Juan
Que es del pueblo de Rayón .

Autor: Isabel Vazquez

Adiós a Isabel

Las calaveras de Isabel
Han pasado a la historia
Dios se la ha llevado
Ya la tiene allá en la gloria
Recemos un padre nuestro
En honor de su memoria.

Cuando en vida ella estaba
Le gustaba mucho escribir
Se aventaba buena rima
No había ni qué discutir
La preocupación que tengo
ahora quien nos va hacer reír.

Nadie es indispensable
Como ella bien decía
Porque si alguien muere
Otro lo reemplazaría
Discúlpanos Isabel
Hoy la razón yo te daría.

Tengo una gran duda
Que no me deja dormir
De qué ha muerto Isabel
Nadie me puede decir
Fue por una enfermedad
No paraba de sufrir.

Señores fue un chascarrillo
De Isabel la escritora
No ha muerto, está viva
No le ha llegado su hora.

Autor: Isabel Vázquez

Calavera a mi nuera Alicia

En una hermosa mañana
Aparece mi nuera Alicia
Me preocupé mucho por su cara de ictericia

Pobre de mi nuera Alicia
Voy a regalar un pan de muerto
En el árbol de la vida
Y pendiente estoy para que alargue su día

Autora: Sarita Moedano

Calavera dedicada a Sebastián Ávalos

El señor Sebastián Ávalos
Al cielo se fue muy temprano
Se lo llevó Dios un día
Lo llevaba agarrado de la mano.

Su esposa se quedo muy triste
Es como si recordara aquel día
Que la señora Paula Ávalos
A su esposo triste despedía.

Su hija Pauly Ávalos Hernández
Casi acababa al mundo de llegar
El señor Sebastián Ávalos
A su hija con amor alcanzó a abrazar.

Ella no logra recordar a su padre
Pues 40 días habían pasado
De que aquella pequeña niñita
A este mundo había llegado.

En total eran 6 hermanos
5 hermanas y un hermanito
Cruz, Lupe, Celia, Mina y Pauly
E Isaías era el único hombrecito.

Todos eran demasiado pequeños
Ni siquiera lo podían asimilar
Que siendo todos unos niños
Su padre se tuviera que marchar.

Cruz era quien lo cuidaba
Junto a su padre siempre estuvo
Lo acariciaba con ternura
Su mano siempre le sostuvo.

Lupe y Celia empezaron a trabajar
Para a la familia poder mantener
Si no lo hubieran visto mis ojos
No lo hubiera podido creer.

La señora Paula hizo lo imposible
Para a sus hijos adelante sacar
No le importaba si todo el dia
Ella se tenía que poner a cocinar.

Los que conocen a Doña Paula
Saben de lo que estoy hablando
Que hacía comida para fiestas
Y a veces ropa andaba lavando.

Mis respetos para la señora Paula
Que nunca se volvió a casar
Y el recuerdo y amor por su esposo
Siempre supo ella respetar.

Unos años después de eso
Isaias en ángel se convirtió
Y a ir a acompañar a su padre
Al cielo también se marchó

Ahora Sebastián Ávalos
Ya nunca estará solito
Ahora será acompañado
Por Isaías su pequeño hijito.

El tiempo de Dios es perfecto
Tal vez un ángel necesitaba
Para que desde el cielo cuidara
A su familia que tanto amaba.

En el cielo hay dos hermosos ángeles
Que a la tierra quieren mandar saludar
A su madre-esposa y hermanas
Que algún día van a volver a abrazar.

Autor: Isabel Vazquez

Calaverita mexicana para German

German es un hombre con suerte
Tiene una esposa muy bonita
Su hija es una hermosa reina
Desde que estaba chiquita.

Su hijo es muy bien parecido
Eso nadie se lo puede negar
Es una familia bellísima
Quién se lo iba a imaginar.

Que un día llegaría la muerte
Cuando del baño Germán salió
iba parada de puntitas
A Germán un buen susto dio.

Lo invitó a tomar unas cervezas
German aceptó enseguida
Se metieron en la cantina
Y ordenaron una bebida.

Ya que estaban muy borrachos
La muerte a Germán le confesó
Que desde que era muy pequeño
Ella perdidamente de él se enamoró.

Germán cambió de colores
Hasta se le fue la borrachera
Le dijo no puedo corresponderte
Mi esposa es la mera, mera.
Tú lo único que puedes ser
Es solo nuestra cocinera.

Desde entonces la muerte
Con la bella familia se quedó
Y en la cocinera de la familia
La muerte se convirtió
Ha pasado mucho tiempo
Ya hasta experta se volvió.

Autor: Isabel Vazquez (Corazón de cristal)