Enrique Peña Nieto

Es primero de Noviembre
Y México entero espera
Que llegue nuestra huesuda
A llevarse y no a cualquiera.

Le tenemos candidato,
Muy fino, por ser de alcurnia,
según pregona su hija:
Casi princesa, lo dudan?

En el IFAI, no hay

Calavera a Peña Nieto

En el Palacio Presidencial
se hallaba Enrique Peña Nieto
Se daba un masaje facial
Y se acariciaba su esqueleto

Cuando vio a la catrina
Corrió presuroso a abrazarla
Le dijo, quiero que seas mi madrina
En una amable charla

Eres

Adiós Peña Nieto

Con los maestros todo mundo se molestó
Pues en el Zócalo y en Revolución
Ellos hacían su plantón,
Frente a la Reforma se ignoró su negación
Y la calaca vestida de policía.
Sin piedad sus “cates” les metía,
A la

Calavera a Nicolás Maduro

Llegó a caracas la muerte
Buscando al señor Maduro.
Ya también al presidente
Le había llegado su turno.

Anduvo paseando un rato,
La muerte en su parigüela
Y al no poder encontrarlo.
Se devolvió a Venezuela.

Ya en palacio de

Pobre Enrique

¡Hay te voy copetón!
Llegó la muerte gritando
Enrique exigía explicación
¡Si hasta te las estoy contando!

¡Hay que pena que en un velorio!
Que todo mundo estaba observando
Lo agarraste de dormitorio
Hasta estabas bostezando

Juan Yin Juan Yin

El fin del mandatario

Llegó una muchacha de porte
en un autobús de renombre
en la central camionera del norte,
preguntado por un hombre.

Era la catrina preocupada
pues tenía una misión
a todos lados volteaba,
observando cada rincón.

A cada persona que pasaba

Para el gobernador

La parca llegó sonriente,
cumpliendo con su trabajo.
Ya traía en lista un cliente
para llevárselo al carajo.

Esta vez el afortunado
era un “estimado” gobernador,
en su gobierno fue un desalmado
que sólo sembro el terror.