Caminaba por la calle,
una figura delgada,
con su vestido muy negro,
y una sonrisa muy fría;
buscaba quién la escuchara,
a quién contarles sus penas,
también sufría del stress,
depresión y no dormía;
busco en el directorio,
y hasta en sección amarilla,
la solución la encontró,
y hasta terapia ofrecía,
Doctor en Psicología,
en verdad que a ella le urgía,
si me curas no te llevo,
ella al verlo le decía …
El psicólogo, paciente,
escuchó de ella sus males,
y le dio algunos consejos,
y le invito hasta tamales,
la muerte ya más tranquila,
del consultorio salió,
prometiendo no llevarse
al Psicólogo Doctor.
Calaveras para Psicólogos
Calavera enviada por Francisco Javier Covarrubias Martinez el 20 de octubre de 2016.