Calaveras largas:

Calaverita en el hospital

El día 2 de noviembre
la enfermera Eulalia
con la impaciencia de siempre
llegaba a la cartonera.

Los pacientes acudían
a su examen anual
confundiendo los signos vitales
con un ruido sobrenatural.

Al hacer su recorrido
empezaba a refrescar
con un aire tan intenso
que hasta la hacía brincar.

Los obreros de la planta
la veían deambular
como si presintieran
que algo le iba a pasar.

Con bitácora en sus brazos
realizaba su inspección
sintiendo ruidos extraños
dentro de su corazón.

Se oye el tac tac en la puerta
hacia la cortadora
tal vez para avisarle
que ya se llegó la hora.

De repente se escuchó
fuerte tronar de cristales
por donde la calaca entró
con un puño de costales.

Con sus asquerosas garras
del pescuezo la pensó
sin que nadie lo impidiera
al carruaje la trepó.

Con riendas en ambas manos
a toda velocidad
la calaca se largó
hacia el sur de la ciudad.

Los de la máquina 4
encendieton las sirenas
con un escándalo arduo
como pelea de hienas.

Entubados y con taladros
salen los de mantenimiento
ahora ya para que
por que no en su momento.

G 4 se hizo presente
con prepotencia y odio
por que no se nos marcó
para mandar un custodio.

Pobrecita de su hermana
exclamó con añoranza
por que no se le habló a Adriana
para que hiciera la tranza.

La enfermera Ma. Eugenia
recalcó de la calaca
tal vez no le pareció
que hubiera otra más flaca.

El doctorcito Ismael
lo lamentó con tristeza
pienso que eso le pasó
por sentirse niña fresa.

Excedete espectacular
fue de gran iniciativa
aquí la recordaremos
durante toda la vida.

Calavera enviada por Jesús Magdaleno Abundis Figueroa el 26 de octubre de 2022.

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