A mi hija Arantza

Una niña juguetona
era mi hija Arantza,
que no fuera tan glotona
yo tenía la esperanza.

La muerte la sorprendió
jugando en la resbaladilla,
y llorando se marchó
con un golpe en la rodilla.

Ay calaca recanija
que tan mal me has tratado,
te llevaste a mi hija
y me dejaste atolondrado.

En la escuela ella presente
no faltaba ningún dia,
aunque a veces algún diente
o la panza le dolía.

Arancita que latosa
ya te fuiste a descansar,
ahora mismo hasta la fosa
tu domingo he de llevar.

Despedida

La muerte perdió el trabajo
Su faena no cumplió
Por que la mató el relajo
Que algún verso provocó.

La calaca se despide
No sin antes recordar
Que solo el muerto revive
Cuando oye versos rimar.

Traten de hacerlos mejor
Que la muerte los espera
Hagan pronto por favor
Versos a su calavera.

Prof. Guillermo Romero Martínez.

Hasta la muerte

Quiero hacerte el amor por las mañanas
Y avivarte el deseo primero
Que el ensueño te colma de mil ganas
De apropiarte de tu compañero

Quiero hacerte el amor al medio día
Cuando clamas ardor en tus entrañas
Pues tu cuerpo como el sol radía
Amor oculto entre tus mil marañas

Quiero hacerte el amor todas las tardes
Antes que el sol alcance el horizonte
Quiero sentir que gimes y te ardes
Cuando mi frente esté sobre tu monte
Quiero hacerte el amor todas las noches
En la negrura que es total entrega
Para que en mí totalmente te derroches
Sin preocuparte si la luna es ciega

Quiero hacerte el amor todos los días
Despojarte de todos tus pudores
Que tus gotas de sudor son solo mías
Cuando muda tu piel por mil colores

Quiero hacerte el amor toda la vida
Sin llegar a suponer pueda perderte
Poseerte por siempre conmovida
Quiero hacerte el amor hasta la muerte

Guillermo Romero Martínez.

Calavera literaria ausente

Ya se fue la calavera
Porque no halló consonancia
Así tan vieja como era
Se acordaba de su infancia

Se fue tras de sus anhelos
De morir por un amor
Ofrendando falsos duelos
A víctimas del buen humor

Un tiempo no la veremos
Aunque siempre es necesaria
Pronto nos reencontraremos
Calavera literaria

Calaveras por morir

Por favor nadie se ofenda
Ni se de por aludido
La frase no le sorprenda
Mientras no se haya extinguido

Las calaveras resultan
Caricaturas de muertos
Hay veces que casi insultan
Nos tienen más que despiertos

Abusan de la injusticia
Dicen farsas por verdad
Que se riman con malicia
Y con bastante maldad

Alegorías rebuscadas
Que se ocurren al momento
Fantasías obsesionadas
Por imaginarse a un muerto

Bienvenidos

En estos días tan santos
Recordamos con aciertos
Que temer a los espantos
Es convivir con los muertos

La muerte ya va llegando
Con mucha calma a la ofrenda
Las criptas va colocando
Como quien abre su tienda

Su puesto está colocado
Las cajas son de cartón
El primer muerto formado
Que escoja el mejor rincón

Guillermo Romero Martínez.

Bienvenida y recepción

Al amigo y compañero
Se dedica este trabajo
Por que siempre es lisonjero
Con el que anda cabizbajo

No se debe molestar
Si aquí encuentra su retrato
Porque al ver a otros pasar
Se divertirá un gran rato

Son fantasías literarias
Caricaturas jocosas
Chistes de las funerarias
Con mentiritas piadosas

Con un modito chistoso
De imaginarse extinguido
A uno que otro envidioso
Que no se veía incluido

Arte de puro contento
Fuera de retribución
No busca reconocimiento
Solo la publicación.

Guillermo Romero Martínez.

Tianguis de huesos

Vendo baratos los huesos
Mis huesitos del montón
Mandíbulas cinco pesos
Dedos flacos a tostón

Repuestos de calaveras
Huesos limpios sin sangrar
Piernas izquierdas enteras
Hasta para cocinar

Huesos de res tres por diez
Costillas de burro a peso
Uñas de cerdo al revés
Y de regalo un pescuezo

Huesitos recién salidos
Traídos del hospital
Los esqueletos perdidos
Que no hallaron funeral

En cada compra un regalo
A todos les doy sus dientes
Si no hay de hueso de palo
Sino los de sus parientes

Les hice sobre una piel
Y con harina de hueso
Un Tzompamtli de pastel
Cuesta cada cráneo un peso

Si no quieren verdaderas
Hay tibias de cascarón
Clavículas de maderas
Y falanges de cartón
El cóccix ya está vendido
Un fémur está en cachitos
Un esternón recosido
Y un húmero en pedacitos

Hay un cráneo abandonado
Carente de inspiración
También un cuerno afilado
De un buey por afición

Hay huesotes de aguacate
También hay de tejocote
Tengo uno de tlaconete
Y varios de Tepezcuintle

Si no lo tengo se lo hago
Sin enganche hay solución
Facilidades de pago
Pero no hay devolución

Ya se fue la calavera
Porque no halló consonancia
Así tan vieja como era
Se acordaba de su infancia

Se fue tras de sus anhelos
De morir por un amor
Ofrendando falsos duelos
A víctimas del buen humor

Un tiempo no la veremos
Aunque siempre es necesaria
Pronto nos reencontraremos
Calavera literaria

Prof. Guillermo Romero Martínez

Calavera Catrina

Con simpatía femenina
Horrorizó a los pelmazos
La calavera catrina
Con sus huesudos abrazos

Pidió que no se asustaran
No venía a agarrar parejo
Pero que no se ocultaran
O les quitaría el pellejo

Hasta cupido quería
Tocar su suave osamenta
Por eso a gritos pedía
Una carreta más lenta

Mientras pasa va dejando
De cempaxuchitl fragancia
La muerte va perfumando
Los lugares de su estancia

Ya no es joven ni madura
Es blanquecina y obscura
Hasta al ser con más bravura
Le hace desear sepultura

La esquelética divina
Siempre andará entre parientes
Solo La Bella Catrina
Nos hace pelar los dientes

Prof. Guillermo Romero Martínez

Bienvenida

El que entre a la exposición
Y no lea las calaveras
Que se construya un cajón
Y que se muera de veras.

En estos días tan santos
Recordamos con aciertos
Que temer a los espantos
Es convivir con los muertos

La muerte ya va llegando
Con mucha calma a la ofrenda
Las criptas van colocando
Como quien abre su tienda

Su puesto está colocado
Las cajas son de cartón
El primer muerto formado
Que escoja el mejor rincón.

Las ofenden y maltratan
A calacas en noviembre
Por eso es que nos espantan
Desde enero hasta diciembre

La muerte va desfilando
Entre hileras de esqueletos
No quiere seguir penando
Entre vivos imperfectos.

Guillermo Romero Martínez.